Repasando este fin de semana algunos artículos y notas, he encontrado una anotación que hice sobre la atleta sueca Angelica Bengtsson viéndola competir durante el Mundial de Atletismo de Catar celebrado en 2019, y me he decido a escribir sobre lo ocurrido llevándolo a mi terreno, la Psicología para el Alto Rendimiento Deportivo.
– Artículo de el confidencial.
La sueca no pudo conseguir la medalla esperada, sin embargo, fue capaz de alcanzar el récord de su país, dejando una de las imágenes y hazañas que, sin lugar a dudas, merecen podio y medalla de lo que supone ser atleta de Alto Rendimiento.
Entender y aprender que no todo depende de nosotros, que el rival también compite para ganar, y que factores como el azar o la suerte no las podemos controlar, nos permitirán gestionar posibles frustraciones y centrarnos en lo que si podemos controlar: nuestra actitud y nuestra concentración, poniendo el foco de atención donde toca en ese momento. Ser lo mejor que yo puedo ser es lo único que depende de nosotros, repetir lo que hemos entrenado una y otra vez, y acabar con la sensación de haber disfrutado del proceso y sobre todo con la satisfacción de saber que hemos dado lo máximo que podíamos dar con independencia del resultado.
Esta deportista demuestra estar muy regulada emocionalmente, y esto no se alcanza de la noche a la mañana, sino que, como cualquier otra habilidad técnica o física, lleva mucho trabajo y rutinas de entrenamiento mental. Y por eso es capaz de controlar sus emociones en un momento tan adverso. ¿Se esperaban su reacción? Se le rompe la pértiga, pudiendo haberse hecho además mucho daño físico, y sin embargo busca la complicidad del público; lejos de enfadarse y quedarse anclada en la mala suerte que acaba de tener, reacciona y pide prestada a una rival su pértiga; pone todo su foco de atención en la rutina de salto que tanto ha entrenado; y realiza el salto de su vida en las condiciones más difíciles, batiendo el récord absoluto de su país.
¿Qué lección no ha dado desde el punto de vista de la Psicología Deportiva?
- Gestión de las emociones y foco de atención muy entrenados: Controla la frustración, no ha tenido la suerte de su lado, pero sabe que lo que ha pasado no dependía de ella y es un factor que puede pasar en competición. Es capaz de dejar muy rápidamente atrás lo que acaba de ocurrir, y centrarse en el siguiente intento, sabiendo que si se queda dándole vueltas a la mala suerte que ha tenido, no podrá prestar atención a la siguiente acción de salto y tendrá más posibilidades de cometer errores.
- Demuestra valores, imprescindibles para mantener en el Alto Rendimiento: Valores tan importantes como el humor y la humildad, no tiene reparos en coger la pértiga de una rival y hasta bromea con ella; Respeto, al deporte y a las rivales, pero sobre todo a ella misma y a su trabajo. Ha trabajado duro para llegar hasta aquí, sabe que ha perdido la opción de medalla, pero le queda un salto y lejos de abandonar lo ejecuta dando su mejor versión. Esto hace más meritorio el triunfo de las rivales, pero por encima de todo, le permite acabar la competición con la tranquilidad de haberlo dado todo hasta el final.
Por supuesto que no lograr el objetivo deportivo siempre será amargo, pero cuando eso pasa con la convicción de que lo hemos dado todo, que hemos dado nuestra mejor versión, que no nos hemos dejado influenciar por factores externos que no dependen de nosotros, el duelo será menor y lo afrontaremos de distinta forma, nos permitirá levantarnos más rápido y empezar a trabajar con mucha mayor confianza en el siguiente reto.
¿Listos para el siguiente reto?